La poesía como máquina de maravillas y las máquinas maravillosas como objetos dotados de una poética racional.
Durante el siglo XIX el alma romántica ardió en las cercanías del espíritu positivo y produjo nuevas formas –contradictorias, monstruosas, plenas de hallazgos mecánicos y literarios– de figurar al mundo. ¿En dónde se encuentran el tiro de dados mallarmeano y la linterna mágica de Étienne-Gaspard Robertson? ¿La infernal alquimia de las vocales de Rimbaud con los autómatas de Jean- Eugène Robert-Houdin?
En su Topografía de lo insólito, Chloe Aridjis medita sobre la maquinaria práctica y el andamiaje intelectual de los primeros ilusionistas y sus conexiones espirituales con un puñado de autores que transformaron la sensibilidad poética de la cultura occidental: Nerval, Balzac, Mallarmé, Rimbaud. El resultado de este cruce de información es una vista nueva y sorprendente del paisaje literario del siglo XIX francés, sin el cual nada se explica.
Introducción
Conclusión
Cronología
Trucografía
Bibliografía