El territorio revolucionario está en las calles, en los barrios, en las comunidades, en las comunas, en las fábricas, en el campo. Es decir, done habitan los trabajadores informales, los obreros, las mujeres, los jóvenes, los trabajadores del campo, los pequeños campesinos, los comuneros, las poblaciones indígenas originarias, los pobladores urbanos de barrios históricamente marginados… y sus organizaciones sociales. El nuevo poder popular instituyente nace y crece allí, en la creación y construcción de lo nuevo por los protagonistas sociopolíticos del proceso: los pueblos. Este proceso constituye, simultáneamente, la base material que posibilita la articulación intersectorial popular hacia la (auto) constitución de sus integrantes en sujetos políticos de los cambios. Atender constantemente a ello es uno de los desafíos políticos centrales de todo el proceso de cambio y no puede obviarse o secundizarse.
ÍNDICE
A modo de introducción
Proyectos populares: entre el reformismo restaurador y los avances revolucionarios
Reflexiones a modo de cierre
Anexo. Proyecto estratégico y programa político
Bibliografía