Un hombre despide a su hija quien, como millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños se ven obligados por las circunstancias a construir su futuro fuera de Venezuela. La despedida en el terminal de la bandera es un diálogo desgarrador entre paula y su padre, el maestro de escuela jubilado Roseliano García, a quien su hija le exige la ética y la coherencia que otrora le enseñó con el ejemplo.
En el regreso a su casa, tras dejar a su hija en el autobús que la llevaría a San Antonio del Táchira, Roseliano García se confronta no solo con “el país vuelto una robadera” que su hija le había denunciado, sino con su propia trayectoria vital, con lo que había hecho y construido a lo largo de su vida de casi setenta años.
Viaje demoledor desde la dictadura perezjimenista hasta nuestros días, “no dejaré mis sueños atrás” es un minucioso recorrido por la Venezuela de las últimas dos décadas, tamizadas en el cedazo del alma de una persona de izquierda a quien le pervirtieron el sueño de su vida.
Escrita en clave de esperanza, en tónica de sobreponerse a la adversidad, al horror, “no dejaré mis sueños atrás” es un alegato, un emplazamiento al pueblo de Venezuela a asumir que todo siempre puede ser peor y que está en todas y todos que eso no sea así.