Totalmente inactual, tan inactual que se lo encuentra en el exacto reverso de cierto modo de goce dictado por la sociedad en que vivimos, Kierkegaard (1813-1855) se habrá convertido, por esa misma razón, en un pensador imprescindible. Su actualidad se debe quizá al hecho de haber vivido en un momento de transición en que el protestantismo, evolucionando hacia su forma mundana, capitalista y exitosa, se incorporaba, a mitades del siglo XIX, a las coordenadas de nuestra actual democracia capitalista.
El propósito de esta antología es responder de la paradoja en virtud de la cual una obra concebida en una perspectiva teológico-moral ausente para nosotros, ilumina sin embargo con tanta fuerza muchos rasgos de un mundo donde esa perspectiva (y la concepción del sujeto que le es inherente) han desaparecido. Pero para que pueda dar cuenta de esa censura, su pensamiento debe contener un rigor lógico particular, el cual no se despliega en el terreno de una sociología – que no es en absoluto la especialidad de Kierkegaard – sino en el marco de una lógica del sujeto.
CONTENIDO
Introducción
Primera Parte: Las obras del Amor
Prólogo
La vida secreta del amor se reconoce por sus frutos
Tú debes amar
Tú debes amar al prójimo
Tú debes amar al prójimo
El amor es el cumplimento de la ley
El amor edifica
El amor permanece
La obra del amor consiste en conservar el recuerdo de un muerto
El espíritu conciliador triunfa en el amor y gana al vencido
Segunda Parte
Sobre una tumba
Escuela del cristianismo (fragmento)
El que invita
El cristianismo como lo absoluto: la contemporaneidad con Cristo
Breve resumen: la fe y el escándalo
Las determinaciones del “escándalo”, es decir, el escándalo propiamente dicho
Una reseña literaria