El concepto de arte moderno en Colombia es una noción oficialmente aceptada para caracterizar a una generación de artistas que transformaron el panorama cultural de la nación: Botero, Obregón, Grau, Negret, Wiedeman, entre otros. Sin embargo, la idea de modernismo abarca también las actividades intermediadoras y críticas que dieron respaldo teórico a tales prácticas artísticas.
En nuestro ámbito, se conocen ya suficientes estudios sobre la condición moderna en el arte colombiano, pero el problema de sus discursos de legitimación y validación por obra de escritores, ensayistas y glosadores que se ocuparon de defenderlo y explicarlo aún no ha derivado en una incomprensión de los procesos ideológicos y culturales que favorecen la entronización de una práctica artística escrita en el país.
Este libro de ensayos críticos intenta examinar la manera de que la tarea de la crítica moderna de arte contribuyo a formular un paradigma sólidamente afirmado en los principios de autonomía, autorreferencialidad y solidaridad de los significativos plásticos de la obra de arte. Asimismo. Muestra el modo como este paradigma se fundamentó además en una firme concepción formativa y pedagógica de la crítica.
El libro, además de revisar estas implicaciones en la obra de criterios como Casimiro Eiger, Marta Traba, Walter Engel, Luis Vidales y Eduardo Mendoza Varela, se acerca a la manera en que algunos de estos referentes fueron replanteados con prosperidad para definir la irrupción de un paradigma que contradecía los parámetros modernistas, momento en el que la misma actividad crítica llegó incluso a estar en entredicho
CONTENIDO
Prólogo
Crítica y cultura ciudadana
Antecedentes
De la escritura a la teoría
Marta Traba y la crítica modernista en Colombia
Marta Traba y la crítica como invención
La crítica de arte en los Salones Nacionales de Artistas de los años 50 y 60
Las nuevas voces críticas y el relevo en los procesos formativos
Multiplicidad de problemas
Epílogo: Del sentido institucional a las paradojas expositivas
Bibliografía