Una línea cruza el océano Ártico, el Atlántico y el mar del Norte hasta que choca con las instalaciones portuarias de Dunkerque. Acto seguido el trayecto pasa por París – hay que hacer una pausa brevísima para echar un vistazo a los libros de la Fischbacher y darse un garbeo por los alrededores del Luxembourg- continúa hacia el Macizo Central y la Auvernia, entre prados y bosques de hayas y robles y abetos, entra en Cataluña por la sierra de Escales y se adentra en el Mediterráneo a la altura del barrio de Ocata, en el Masnou. A partir de aquí, el camino imaginario inicia otro trayecto: Argelia, Malí, Niger, Burkana Faso… y Benin: los árboles de caoba y los cocoteros, las canoas de los pescadores. Una cuerda tendida entre continentes que, al llegar a la Antártida, se llena de hielo y se destensa, fatigada, en medio de la remota Tierra de la Reina Maud. Solo la isla noruega de Bouvet, situada a unos setenta kilómetros al este del mediterráneo, se interpone el periplo entre los trópicos y el continente glacial. Fin del viaje. Simple de relatar y difícil de recorrer: Lluís Calvo.
Una línea, una decisión geopolítica enebra vidas y paisajes para contar una historia más grande, con una prosa potente y precisa Calvo nos muestra una constelación de personajes fascinantes.
ÍNDICE
FRANCESC GELONCH
JAUME C. PONS ALORDA