ORESTE DONADIO, tiene cristal y fuego en su corazón, y su alma d niño y de adolescente, tal vez muy tempranamente herida por soledad y ausencias, le hizo luego un hombre corto en las palabras y largo en las escuchas; le hizo sensible a esa otra dimensión poblada de misteriosas presencias, o aún mejor, habitado por la Presencia Misteriosa: dolencias y éxtasis de si vivir los “resuelve” ahora en poemas.
Sus poemas son también fuego y cristal, lo devorador y lo frágil allí, al mismo tiempo; su ojo de adentro tan abierto que le hizo pintor y puso en sus mano un pincel y el buril, y que le hizo poner casa y morada –como el mismo dice– en la montaña de sus silencios, le hace poner en palabras sus pensamientos-sentimientos, hablando para sí y para otros de la niñez, de la adolescencia, del enamoramiento, de la madre, de la mujer, del hijo, de la vida, de la muerte, de las memorias vitales, del propio oficio…
Indice
1. Libras batallas invisibles
2. Fantasmas de hueso
3. Marioneta
4. Con el caracol del corazón
5. Los pétalos del instante
6. Palabra
7. El agua del silencio
8. Los ojos de mi madre
9. Camino por una casa
10. Adolescentes en celo
11. Calles de barrio
12. No respires
13. El amanecer trae consigo
14. Desde la casa de otros mundos
15. Los ojos de un pintor
16. El cobre eclipsado
17. Silencio
18. La puerta abre hacia adentro
19. Flor desconocida
20. Horada el orden de los días
21. Espérame
22. Canto lacerado
23. Como la maga
24. Te contemplo desnuda
25. Meteoro azul
26. Me salvará
27. Los umbrales del mundo
28. Las relucientes agujas
29. El tejido de noches y días
30. ¿Has visto un árbol?
31. El color de las cosas
32. La montaña
33. La soledad
34. No es la lluvia
35. Una voz subterránea
36. Asolas
37. Párpados de sal
38. Son tres amenazados
39. En una torre inexpugnable
40. Señor