En el prólogo de estos Doce cuentos peregrinos, García Márquez nos regala su explicación de por que doce, por que cuentos y por que peregrinos.
En Barcelona, una prostituta que va entrando en la vejez entrena a su perro para llorar ante la tumba que ha escogido para sí misma. En Viena, una mujer se vale de su don de ver el futuro para convertirse en la adivina de una familia rica. En Ginebra, el conductor de una ambulancia y su esposa acogen al abandonado y aparentemente moribundo ex presidente de un país caribeño, solo para descubrir que sus ambiciones políticas siguen intactas. En estos doce relatos magistrales acerca de las vidas de latinoamericanos en Europa, García Márquez transmite la melancolía, tenacidad, pena y ambición que forma la experiencia del emigrante.
'El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el mismo rigor de fierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento
Prólogo. Porqué doce, porqué cuentos y porqué peregrinos
Buen viaje, señor presidente
La santa
El avión de la bella durmiente
Me alquilo para soñar
“Sólo vine a hablar por teléfono”
Espantos de agosto
María dos Prazeres
Diecisiete ingleses envenenados
Tramontana
El verano feliz de la señora Forbes
La luz es como el agua
El rastro de tu sangre en la nieve