Los veintiún sonetos que constituyen esta Anatomía superficial dan toda la razón a estas palabras de Andrés Henestrosa: “los sentidos del cuerpo en nada ceden a los del alma, que sin uno la otra no existiría”; con su aire de adagio, estas frases del gran escritor oaxaqueño –autor del Prólogo de este volumen poético– señalan el espacio expresivo en el que Griselda Álvarez decidió desplegar su visión del cuerpo en ceñidas formas verbales. Otro soneto, este de Salvador Nova, cierra el libro: la Anatomía superficial queda de ese modo ceñida por el reconocimiento y el homenaje explícitos de dos artífices– constancia de excelencia para la poetisa–. Pero el momento pleno de estas páginas es el de su encuentro con los lectores, que tendrán oportunidad de leer (o releer) estos sonetos esplendidos de Griselda Álvarez ilustrados, con su maestría habitual y su delicadeza generosa, por Elvira Gascón. Anatomía superficial queda como uno de los libros poéticos mexicanos más ricos y deleitables de nuestro tiempo.
CONTENIDO
Prólogo