
En 1976, cuando Minotaurimaquia obtuvo el premio Xavier Villarrutia, el medio literario mexicano se escandalizo por el arrojo con que la novela narra el desencuentro con uno de los protagonistas del universo intelectual ultramasculino de la época. Quizá lo mas irritante haya sido la extraordinaria habilidad poética que Tita Valencia muestra en cada párrafo de esta novela profunda, estremecedora y honesta. Mas allá del cotilleo extraliterario, Minotauromaquia es una obra que da cuenta el viaje de la que ama a través de los laberintos de yo, para encontrarse, monstruosa, en la exaltación de las emociones, en el reflejo del otro, Narciso mudo, cerrado en sí, y atravesar la herida de su silencio por medio de las palabras, como refiere Claudina Domingo en su introducción: “es desde el lenguaje -el único poder que se les dio a las mujeres de la antigüedad-, que la amante puede hacer la metamorfosis del amor trágico a la libertad” Leer esta páginas luego 43 años es darnos la oportunidad de volver a plantear preguntas que, si en su momento eran urgentes, en nuestro momento lo son aún más.
Índice
Ternura, sed, máscara
Claudina Domingo
Minitauromaquia
(Sección lateral izquierda del tríptico)
(Sección central del tríptico) Juana y el Rey de Francia
(Sección lateral derecha del tríptico)