La obra de Juan Rulfo, integrada esencialmente por la colección de cuentos El Llano en llamas y las novelas Pedro Páramo y El gallo de oro, es sin duda la creación literaria mexicana que ha recibido mayor aclamación dentro y fuera de nuestro país, y ningún escritor mexicano goza hoy del reconocimiento universal del jalisciense nacido en 1917 y fallecido en 1986.
El Llano en llamas contiene 17 cuentos, publicados por Juan Rulfo a partir de 1945, cuando aparece “Nos han dado la tierra” en las revistas América y Pan (a la primera lo lleva su amigo Efrén Hernández; en la segunda debía pagar por publicar), y así continúa, inclinándose hacia América. Comenta sus avances al escribir a su novia, Clara Aparicio (a la que dedicará este libro). En 1951 se publica el séptimo en América, ¡Diles que no me maten! (preferido de Elias Canetti y Günter Grass), y con su primera beca (1952-53) del Centro Mexicano de Escritores, fundado por Margaret Shedd, termina los ocho que aparecerán en libro, con los previos, en 1953. En 1955 publica en revistas los últimos dos, recogidos en libro en 1970. Gabriel García Márquez ha dicho que “para mí los cuentos de Rulfo son tan importantes como su novela Pedro Páramo”. El propio Rulfo mencionó que eran parte de su camino lacia la misma y Jorge Luis Borges dijo que “esta serie de diecisiete cuentos prefigura de algún modo la novela que lo ha hecho famoso en muchos países y muchas lenguas”.