La exploración de las relaciones entre observador y observado, digamos, las surgidas del deseo ante lo prohibido o las que ubican la mirada como matriz para descubrir el mundo, es el hilo de los ensayos de Francisco González Crussí, profesor emérito de patología. Su disección, a caballo entre la filosofía y la historia cultural, abarca el tabú visual hacia los genitales femeninos, las representaciones de San Sebastián, los ojos como motivo artístico en la antigüedad, las ideas sobre el poder fáctico de la mirada y la otredad distorsionada por los espejos, la autoinspección, la vista borrosa, la microscopía y la fotografía.
Desde su edición original, este libro ha sido reconocido por la prosa seductora y elegante del autor y, en el Publisher Weekly, como equivalente al trabajo intelectual publicado por el neurólogo Oliver Sacks.
Ver para creer, como el apóstol Tomás; para conocer, como el antiguo sacerdote que contempla los astros; para amar y acceder a Dios, como creían los neoplatónicos; pero sobre todo, ver para saciar los ojos, ávidos de descubrir el mundo.
Esta colección de ensayos escritos con una elegante y seductora prosa explora las relaciones entre observador y observado: desde los antiguos mitos griegos, que narran el castigo de Acteón por mirar la belleza fascinadora de la diosa Diana, hasta la revolución en el pensamiento que significó el surgimiento en la era moderna de la microscopía y la fotografía.
Los genitales femeninos: el principal tabú visual masculino
Mirando las partes pudendas
Corolario
El cuerpo como voluntad y representación
Ver es creer y creer es ver
Más poder a la mirada
Esa percepción es tendenciosa
Visión especular: tres formas de mirar al espejo
Lo amenazador no visto o visto a medias: la vista borrosa en la literatura francesa renacentista
El ojo clínico