López Michelsen resume una parábola política fascinante, marcada desde sus inicios por el sino de la controversia. Producida, en buena parte, por su espíritu provocador, que disfruta casi perversamente con las garroteras que arma y las vanidades que ofende. Es tal vez, junto con su ácido sentido del humor, la faceta más atrayente de su personalidad...
En estas páginas, el expresidente habla de ayer, de hoy y de mañana. Se puede discrepar de su particular versión de acontecimientos del pasado, o de sus sombríos pronósticos del futuro. Lo que no se puede es desconocer la autoridad de quien los narra, ni minimizar la dureza de muchas verdades que pronuncia. Más allá del acuerdo o desacuerdo que susciten, o de las polvaredas momentáneas que despierten, las “palabras pendientes” de este colombiano excepcional deben servir para entender mejor lo que ha pasado en Colombia en las últimas décadas. Y para aprender que el amor por la patria también pasa por conocerla a fondo.