Esta obra analiza las medidas que han adoptado los gobiernos de tres países miembros de la OCDE –Australia, Dinamarca y Holanda– para que su población económicamente activa tenga la posibilidad de criar una familia, con la seguridad de que cuenta con centros de desarrollo infantil de buena calidad, y asequibles a su economía, como resultado de una política gubernamental.
El libro aborda los desafíos que enfrentan las parejas jóvenes al intentar equilibrar sus carencias de trabajo con las necesidades familiares y las implicaciones que sobre ellos tienen las tendencias sociales y el mercado laboral.
Las decisiones que una pareja toma en relación con el nacimiento de sus hijos, en cuanto al equilibrio entre las obligaciones de la vida familiar y las que impone la vida laboral e incluso respecto a que la madre no regrese a su empleo anterior y se sacrifican las prestaciones y la participación femenina en la economía, son situaciones que pueden originar tensión, causa en numerosas ocasiones de desintegración familiar sentimientos de abandono y falta de afecto en los infantes.
Cada uno de los países que aquí se analizan enfrenta retos demográficos, sociales y culturales diversos, y es ahí donde se sustenta el análisis, puesto que así destacan las posibilidades con que cuenta toda sociedad para resolver problemas tan aparentemente particulares. Por el acercamiento a la solución de esos problemas la obra resulta ilustrativa y útil para el contexto latinoamericano, cuyo desarrollo en años recientes conlleva situaciones similares a las que aquí se tratan.