Ítalo Calvino en sus propuestas para este milenio enumeró seis: levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicidad, consistencia, y todas se están verificando y cambiando el mundo. Internet introdujo una revolución mucho mayor que la imprenta y las nuevas tecnologías están en los celulares, las armas autónomas y los frenos de los autos. Hay tantos datos que en un minuto de este año entran más que todos los que produjo el hombre hasta el año 2002.
Los sistemas administrativos evolucionan del papel a los procesos digitales y ahora a la Administración inteligente. La Justicia no queda al margen de esta transformación y ya está transitando por los procesos digitales y la inteligencia artificial para analizar toda la jurisprudencia y legislación sobre casos en términos de minutos.
Los operadores jurídicos deben prepararse para este cambio en el uso de las nuevas tecnologías, y para comprender y aplicar lo que ya en otros países se ha agilizado tanto.