
El “conflicto armado” en Colombia tiene raíces muy profundas en la sociedad colombiana. Sus orígenes se entroncan históricamente con la Violencia de los años cincuenta, la cual en realidad es un desarrollo de la violencia interpartidista de los años treinta y de la violencia estatal contra los movimientos sociales de las primeras décadas del siglo XX, que encuentra un punto culminante y altamente simbólico en la masacre de las bananeras de 1928. En esta historia se reiteran lógicas de dominación que enfrentan el “conflicto” por medios esencialmente militares (la pacificación) y no por medios propiamente políticos, esto es, por medio de una verdadera política de paz. Lo político, que supone la construcción de un verdadero espacio público de diálogo y deliberación como medio para dirimir políticamente los conflictos, ha sido tradicionalmente excluido por estas lógicas de dominación, que suponen siempre modos específicos de relacionarse con el tiempo y con la historia.
La reconstrucción de Colombia implica una transformación de nuestra manera de relacionarnos, en lo público, con nuestro pasado, presente y porvenir. Para reconstruir tal vez no sea inevitable destruir, si no de construir: desmontar públicamente lo establecido interrogante por lo no establecido, por lo que ha sido excluido, por lo que la dominación ha declarado imposible. La posibilidad de esta reconstrucción-desconstrucción pone en juego la relación entre lo público, la democracia y la reapropiación colectiva del pasado de inhumanidad, desde la memoria de las víctimas. Por lo mismo, la reconstrucción de Colombia pone en juego nuestra capacidad de crear una nueva cultura política y, más generalmente, de recrear cultura: haciendo de la (re)creación de sentido y valor una tarea pública, abierta a la participación de todos.
CONTENIDO
Prefacio
Olvido, ideología y memoria
Introducción
Reconstruir la convivencia
Políticas de verdad y
Introducción
Lenguaje de la guerra, muerte de la política