Joaquina Centeno podría ser una de las madres de la Plaza de Mayo o de las de Soacha o de La Escombrera, solo que vive en un barrio obrero de Bogotá. Con ellas tiene en común un hijo desaparecido por agentes del Estado y la esperanza terca ya no de encontrarlo vivo después de tantos años —treinta en su caso—, sino de que se haga justicia, así se le vaya la vida en ello. Marbel Sandoval Ordóñez conoció esta historia cuando ejercía el periodismo en la oscura época del Estatuto de Seguridad y de los inicios del narcotráfico, que quizá leída como crónica no habría tenido el efecto de esta estremecedora novela breve donde añadió la ficción necesaria para darle rostro y carácter a los personajes, víctimas y victimarios. Y es que la mayor audacia narrativa está en la otra voz testimonial del relato de estructura paralela: Claudia es una madre menos heroica, que llora a sus tres pequeños hijos secuestrados y asesinados mientras clama venganza.
CONTENIDO
Uno
Dos
Tres
Síncopa
Cuatro
Síncopa
Seis
Siete
Síncopa
Ocho
Nueve
Síncopa
Diez