En 1956 el doctor Paul Kuroda propuso la existencia de reactores de fisión nuclear naturales en épocas geológicas pasadas. Sin embargo, como a menudo sucede, sus colegas no le creyeron. En 1972, H. Bouzigues y sus colaboradores realizaron, en la planta de materiales fisionables de Pierrelatte, un análisis que midió una pequeña pérdida de uranio-235 en los minerales de este elemento. Encontraron que esa pérdida se debía a un fenómeno extraordinario ocurrido en Gabón, África, cuando ese territorio era parte de la Pangea: el uranio-235 faltante se había consumido en una serie de reactores nucleares naturales hace dos mil millones de años. En este libro se relatan los estudios y hechos que han llevado a la comprensión de este fenómeno.
CONTENIDO
Prólogo
I. Inestabilidad de la materia
II. Reacciones nucleares y el rompimiento del uranio-235
III. Reactores nucleares fabricados por el ser humano
IV. Paul. K. Kuroda
V. Gabón
VI. La Tierra hace millones de años
VII. Relojes geológicos
VIII. Los yacimientos de uranio en Gabón
IX. Reactores nucleares naturales
X. Reactores nucleares naturales descubiertos hasta el año 2002?
XI. Condiciones de funcionamiento de los reactores nucleares
XII. Comportamiento de los productores de los reactores nucleares de Oklo
XIII. Desechos reactivos
Epilogo
Glosario
Bibliografía