La locura y la risa son los ingredientes que mejor definen la atmósfera del libro. La risa, como artificio del bufón, le sirve para burlarse de lo que a su paso destruye con violencia. Por eso, volviendo a Lautréamont, la risa eleva al criminal. La locura por su parte, es capaz de ver el mundo sólo en un orden aparente. Risa y locura son armas destructoras y a la vez misteriosas, juntas alcanzan la perfección moral a través de la anarquía, pues el bufón ve en el orden establecido de la ciudad, una amenaza y no una forma de la salvación. Jorge Ladino ha logrado recrearnos una mirada del poeta maldito a través del Guasón. Cada lector de este libro será el encargado de mirar el mundo, su mundo, a través de la máscara del Bufón.