Nació en París en 1855. Hijo del conde Montesquiou-Fézensac, fue descendiente de la familia gascona del d’Artagnan que inspiró a Dumas en Los tres mosqueteros. Hombre de letras y dandy, a pesar de su discreción para evitar escándalos, Montesquiou recibió numerosas críticas entre sus contemporáneos a causa de su relación afectiva con Gabriel d’Yturry. Fue sobre todo un poeta simbolista para minorías y, como crítico, un gran pilar de la vanguardia de su época que sirvió de apoyo, en calidad de mecenas, a artistas como Debussy, Verlaine y Mallarmé. Huysmans lo utiliza para crear el personaje de Des Esseintes en À Rebours y, sobre todo, Proust se inspira en él para crear al barón de Charlus en su À la recherche du temps perdu. Murió en Menton en 1921.