Cualquier esfuerzo de producción intelectual siempre tendrá de por medio la vida y las ilusiones de quien la elabora. De una y otra manera este libro no hubiera sido posible sin la convivencia y la sensibilidad aportadas por el trabajo con los pobres del país. Por la riqueza de muchos tiempos vividos con tugurianos de Cali y Medellín, con indígenas y campesinos del Tolima, con los sobrevivientes de la tragedia de Armero, con habitantes de la comuna nororiental de Medellín y con muchos, muchísimos niños a través de talleres de títeres.
De todas esas gentes y sus lugares he logrado sentir y profundizar la comprensión de la vida y la lucha por la vida; ampliar la sensibilidad frente a la alegría, pero también, frente a los dramas que vive nuestra gente y en el fondo de todo, crecer las ganas para contribuir a que la felicidad sea una riqueza colectiva que todos podamos compartir.
“Un Elogio a los Afectos” es un libro nacido del dolor y la tragedia y por lo mismo refleja el profundo valor de los humanos, de la familia y de la lucha por la supervivencia en situaciones de límite. Este es un libro que transita los territorios del dolor y del amor. Por intermedio de estas letras hablan millones de seres de nuestro país que en medio de las circunstancias más difíciles nos demuestran el valor de los afectos, de la solidaridad y nos convocan a construir con ellos una segunda oportunidad sobre la tierra.